Insomnio miércoles, 27 de junio de 2007 | 2
No sé exactamente cómo, pero los insomnes son capaces de percibirse de alguna manera. Es una especie de cortesía profesional, de camaradería de gremio. Y es casi mejor así, porque los noctámbulos patológicos buscan una extraña compañía que sólo ellos se saben dar. Así, se evita irrumpir territorios, se respetan los reductos y cafecitos medio escondidos en los cuales asesinar la modorra. Es que el insomne conoce mejor que nadie ese espacio azul donde las pesadillas dejan colgar la cola y se tienden largas colas de viajantes poco frecuentes.
Pero no todo termina ahí. El desvelado conoce de tiempos, y aconseja cuando es que el cielo le pide a uno cambiar de tierra, o cuando es mejor dormir con la maleta a medio hacer. El insomne sabe que música va con cada hora, con cada ánimo, con cada respiro o recuerdo.
Y aún así prefiere su calculada soledad, su rebuscada libertad bajo peligro de extinción. Si se encontrase con otro de los suyos, cederá el paso y sonreirá tímido, olvidando sus talentos y comentando apenado lo frío del tiempo o lo bonito de la noche.
Y es mejor así, porque los noctámbulos patológicos busca una compañía que sólo ellos saben darse, de lejos y a cuentagotas.
Soundtrack: Morrissey - Hairdresser on fire